Pasados ya unos días del Festival, y bastante más tranquilos tras de los nervios y prisas de las últimas semanas, aunque ahora apenas tenemos tiempo para escribir en el Blog ya que estamos cerrando todo un curso académico, nos vamos a permitir realizar una breve reflexión.
La valoración general ha sido positiva, muy positiva, y deseamos volver a participar el próximo año.
Creo que el alumnado, por lo menos en el caso de mi centro, no solo ha aprendido robótica, sino que se han dado cuenta que son unos más dentro de un todo. Un todo, que es un mundo, muy muy muy grande, donde cabe mucha gente y donde las inquietudes de cada persona son muy diversas (este centro está en un pueblo de 1800 habitantes y está alejado de la capital).
Mi alumnado ha trabajado mucho, muchísimo, e iban al festival con la creencia absoluta que íbamos a ganar, pero se han dado cuenta de varias cosas:
Una de ellas es que hay mucha gente buena, y mucha gente que seguro es más buena que ellos.
Lo segundo, es que «en esta vida, además de ser bueno, hay que parecerlo». Nuestro proyecto, para nosotros, era uno de los merecedores de alguno de los reconocimientos, pero es cierto que no hemos sabido venderlo bien. A nuestro alumnado le daba vergüenza, o «elhache» como ellos/as dicen, y apenas explicaban el proyecto y casi no invitaban a visitar nuestro stand, y eso puede haber pasado factura.
Como profesor he de decir que me ha sido imposible ver todos los proyectos de todos los centros, y los que pude visitar, no pude verlos con el detalle que me hubiera gustado (y había algunos que me fascinaban). Por tanto, he de admitir que mi voto quizá no hizo justicia al mejor, sino al que más me llamó la atención. Imagino que habrá profesores/as que le habrá ocurrido algo similar.
Muchas gracias a la organización, y enhorabuena a todos los centros participantes. Espero vernos en el Festival del año próximo.