Queremos contar nuestra experiencia como si fuera una historia. Cuando llegamos, nos sorprendimos al ver la cantidad de colegios que habían participando. Bajando por la escalera vimos un cartel enorme, en el que ponía el nombre de nuestro colegio (Aldeafuente), delante de una mesa muy elegante, vestida con un mantel de tela hasta el suelo. Fuimos hasta nuestro Stand y empezamos a colocar nuestro proyecto y decorar la mesa, intentando mostrar todo el atractivo de nuestro proyecto.
Alrededor nuestro había muchísimos chicos y chicas preparando sus proyectos. Justo al lado teníamos al Colegio Aldovea que había preparado una maqueta, decorada con figuras de Lego muy atractivas, y un dron (era sistema para preparar y entregar paquetes, por ejemplo donativos para Ucrania). Vimos también un proyecto impresionante de unas baldosas que conseguían convertir la energía de los pasos en energía eléctrica, y además la podían almacenar en pilas recargables.
Nos gustó mucho un equipo que había enviado una especie de caja, con un astronauta, colgándola de un globo y habían tomado medidas de lo que se había encontrado volando libremente hasta que volvió a caer en tierra. También nos gustó mucho un sistema para ayudar a entender las emociones y otro equipo que había creado una app para ayudar a paliar los problemas mentales derivados del encierro por el coronavirus. Había ideas muy originales. Justo en frente teníamos dos que nos encantaron, una especie de autoescuela automatizada que hizo el Colegio San Agustín (este proyecto ganó el Premio del Profesor) y un gimnasio adaptado a personas con movilidad reducida, con todo tipo de instalaciones preparadas para ellos.
¡Que cantidad de ideas diferentes para ayudar a los demás!
Cuando ya estaba todo listo y colocado, nos fuimos a comer, a una sala muy amplia. Al volver, comprobamos que todo funcionara, y nos dimos cuenta de que las conexiones Bluetooth no se conseguían conectar, pero no nos importó, lo sacamos adelante como pudimos. No éramos el único equipo con este problema. Aprendimos que para futuros proyectos, tenemos que recomendar a nuestras compañeras que preparen alguna parte que no dependa tanto de la app móvil.
Como ya os hemos contado en otras ocasiones, nuestro proyecto se llama Tutus que en latín significa cuidado con cariño, con amor.. Hemos pensado en nuestras profesoras de infantil, que tienen que cuidar a muchos niños a la vez, y entonces se nos ocurrió robotizar las camas/cunas con diferentes sensores de los que disponíamos, como el de humedad, o el de temperatura, por si el niño se hace pis o tiene fiebre, o con un micrófono, por si el niño llora. Cada vez que un sensor detecta alguna de estas cosas, envía por bluetooth una notificación a la app que tiene instalada profesora encargada de los bebés en ese momento. Está pensado, para detectar estos problemas lo antes posible.
Desde la app, que hemos programado con App Inventor, puedes mandar a la cuna diferentes indicaciones para que ponga en funcionamiento otros actuadores, como que encienda una luz led en el cabecero, o que el sistema de rotación se active para distraer al niño, o un zumbador para ponerle una nana al bebé por si llora. Hemos trabajado con el diseño 3D para hacer los cabeceros en los que teníamos que colocar cada componente, y parte de la decoración. También hemos trabajado manualmente para hacer las camas, la alfombra, y las almohadas.
Creemos que nuestra idea es útil y que funciona muy bien para uso en aulas de bebés, pero después de hacer una encuesta para ver qué opinaban el resto de compañeras del Colegio y sus familias, vimos que podía tener otros usos, como residencias de ancianos, o incluso residencias o cínicas veterinarias. Luego cuando empezó la guerra, se nos ocurrió que también se podría utilizar para hospitales de campaña.
Aunque no hayamos ganado ningún premio adicional (ya que el material del principio es digno de agradecer), ha sido una experiencia maravillosa y hemos aprendido mucho. Lo hemos hecho entre todo 1º ESO (50 alumnas) y a pesar de que no hayamos podido asistir todas al festival, nuestras compañeras nos contaron que fue una experiencia muy divertida.
Muchas gracias a Fundación Endesa y a la organización de Retotech, por haber proporcionado tanta ayuda el día del festival cubriendo todos los posibles problemas. Estuvo muy bien organizado y nos resultó excepcional. Esperamos poder participar otro año más ya que RetoTech ha sido una experiencia súper entretenida y llena de nuevos retos que nos han ayudado a aprender muchas cosas aparte de la tecnología, como a resolver conflictos, trabajar en equipo, planificar las tareas, solucionar imprevistos…
¡Gracias por haber contado con Aldeafuente un año más!
Colegio de Fomento Aldeafuente
https://www.fomento.edu/aldeafuente/
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