Después de haber estado trabajando más de 4 meses en nuestro proyecto, hemos visto que no era el adecuado, «así es la vida».
Hemos aprendido que detrás de un proyecto, no sólo está la creatividad, el ingenio, etc…. hemos descubierto que un proyecto debe ser funcional y cumplir las necesidades o demandas del sector para el que se crea.
Hemos dado un gran cambio de rumbo, no aventuramos a satisfacer una gran demanda social de un colectivo dependiente como es, el de las personas mayores, nuestros mayores.
No fue nada fácil, ya que estábamos muy ilusionados y motivados con nuestro proyecto, pero cómo sucede en muchísimas ocasiones, los mejores proyectos salen de la necesidad, una necesidad que descubrimos en uno de nuestros compañeros cuando comentó lo que le había pasado a su abuela.
En fin, no queremos dar más pistas sobre nuestro proyecto, ya lo veréis en el Festival…..
