Desde el pueblo de Tierrantona, en el valle de La Fueva, volvemos a ponernos en marcha con la misma ilusión que el curso pasado.
Con la experiencia del año pasado y como ocurre en todos y cada uno de los centros educativos, la organización para llevar a cabo actividades como la que nos propone la Fundación Endesa es ya un reto en sí mismo.
Durante este curso escolar hemos trabajado los contenidos básicos, para introducir al alumnado que va a participar y construir el proyecto, en las posibilidades que nos ofrecen esos «cacharros» que tantas horas de diversión regalaron a nuestros compañeros y compañeras de 6º el año pasado.
Con las ideas muy claras, en cuanto al resultado final, aunque con muchas dudas referentes al cómo y sobre todo el cuándo, nos ponemos manos a la obra para llevar a cabo la propuesta que presentaremos en el festival autonómico del próximo 5 de junio.
En esta ocasión dejamos atrás los insectos, que fueron los protagonistas de nuestro «Terrario de Roboinsectos», pero no nos alejamos de la biodiversidad y del entorno natural que disfrutamos a diario en nuestro colegio.
La idea, consiste en ayudar a un pastor de ovejas que no es capaz de diferenciar las diferentes especies y eso le provoca un verdadero problema, porque cada una de ellas tiene que estar en un establo diferente. Para ello vamos a utilizar el sensor para identificar colores y de esta manera agrupar las ovejas en función de su color (especie).
El diseño está acabado, pero queda mucho trabajo por hacer. Con mucha ilusión y sobrados de ganas comenzamos la segunda etapa de este camino que ha traído la robótica a este pequeño pueblo del pirineo aragonés.