A pesar de haber sido un curso complicado, se ha conseguido inculcar en el alumnado el espíritu RetoTech, que no es más que aprender de forma distinta e innovando a través de la robótica y del diseño 3D.
Son muchas las disciplinas trabajadas y las habilidades aprendidas. La más importante, el trabajo en grupo y la cohesión obtenida entre el alumnado (juntos por un bien común). Gran parte del alumnado de nuestro centro, superando dificultades personales, han visto en este proyecto un haz de luz en sus futuros y una fuente infinita de motivación, hasta el punto de querer dedicarse a la robótica. Estamos más que orgullosos de lo llevado a cabo y de nuestro alumnado.
Nada más que agradecer a RetoTech por todo lo que nos han aportado este curso y la ayuda sin cesar que hemos recibido.