Un curso más el Reto es superado por los alumnos de Corazonistas La Mina.

Como ya comentamos en las entradas anteriores, nos habíamos puesto el listón muy alto, varios proyectos de distinta complejidad, aunque todos unidos con un mismo hilo narrativo. No llegamos a culminar todos los objetivos que nos habíamos propuesto en alguno de ellos, pero lo que presentamos, funcionaba, y lo que es más importante, nuestros alumnos disfrutaron explicando a otros alumnos y a otros profesores curiosos que se acercaban por el stand y conseguían que estos visitantes permanecieran atentos a las explicaciones que minuto a minuto eran más precisas y más entusiastas.

Y el esfuerzo de los alumnos tuvo una buena recompensa final, y es que todos nuestros alumnos que nos acompañaron en la presentación del proyecto (3ºESO de la optativa Robótica&Programación) se nos iban acercando y nos comentaban lo orgullosos que se sentían al explicar el trabajo expuesto en la maqueta y en el que habían estado trabajando durante las últimas semanas. También tuvieron la ocasión de compararse y aprender de lo que presentaban otros centros y ver que su creatividad no desentonaba del resto de trabajos expuestos.

Aprovechamos para incluir un enlace con las explicaciones algo improvisadas de los distintos grupos de trabajo cuando estaban acabando sus proyectos, os puedo asegurar que estas explicaciones el día del festival fueron mucho más detalladas y precisas que las realizadas en estas improvisaciones ;). https://drive.google.com/file/d/1AU7Jn5VIVTudKkufSm3DcpAWX6TVYqCO/view?usp=sharing

Por lo que se refiere a la organización del evento, llegamos con tiempo suficiente, el acceso era fácil, el montaje fue sencillo, el espacio disponible adecuado, alguno se quejó del calor cuando iba pasando la mañana, pero considero que estuvimos cómodos. Quizás el tiempo destinado para conocer los proyectos se hizo un poco largo, dio tiempo suficiente para conocer las propuestas de los distintos centros y debatir entre los profes y nuestros alumnos quien consideramos que era merecedor de un reconocimiento, e incluso de charlar de forma distendida con otros profesores con los que nos hemos ido encontrado en previas ediciones o en otros acontecimientos del mundo educativo.

Como en otras ediciones en las que hemos participado, aunque a mitad del proyecto pueda aparecer momentos de desánimo y pensamiento de para qué nos habremos embarcado en semejante historia, ver la satisfacción de los alumnos cuando concluyen su proyecto y sobre todo la de los que tienen la oportunidad de poder exponerlo en el festival, merece ese sobreesfuerzo que curso a curso nos lleva participar en este proyecto. Y como ya comentábamos anteriormente, es que al final ese esfuerzo recibe su recompensa en la felicidad con la que los alumnos acaban la jornada, a pesar de ese dolor de mandíbula que una de nuestras alumnas nos contaba orgullosa tras el esfuerzo a la que la había sometido explicación tras explicación mostrando su trabajo y el de sus compañeros.

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