Una semana más invirtiendo horas de clase en nuestro terrario. Con las materias curriculares ya casi acabadas es el momento de darle el último empujón al proyecto.
Los insectos están ya casi acabados, el papel maché se ha convertido en un nuevo compañero de viaje, permitiendo decorar de forma fácil y entretenida las paredes y los elementos que van a ser el «ecosistema» donde los insectos se van a mover.
La semana que viene tenemos que empezar a ubicar la parte robótica, con la programación ya trabajada, y acabar con algunos detalles que estamos pensando para mejorar el terrario.
Con muchas ganas de vernos en Zaragoza y mucha motivación por enseñar nuestro trabajo.