Reblar es una palabra aragonesa que significa que no nos rendimos, que seguimos adelante a pesar de las dificultades. No hemos planteado uno, sino 5 retos que además dentro de ellos tienen variantes, y queremos sacarlos finalmente adelante. Eso supone que unos trabajos van más adelantados que otros, que unos grupos se están coordinando mejor que otros, que a unos les han surgido dudas y problemas más que a otros.
Pero estamos acostumbrados a trabajar contrarreloj, la perspectiva de una fecha lejana ha producido cierta relajación en el avance de algunas tareas, pero en cuanto lo hemos detectado estamos poniendo remedio, proporcionando la organización y la motivación que algún grupo se había dejado por el camino.
Es hora de acabar maquetas, ajustar sensores en dichas maquetas, probar la programación y volverla a probar, haciendo los ajustes necesarios, imprimir los elementos que completen el funcionamiento de los sistemas.
Y estamos en ello, viendo como resolver los problemas que a veces por timidez, u otras parte por pequeñas descoordinaciones hemos detectado como fuente de conflictos que impedía que el proyecto progresase, y esto también es fuente de aprendizaje para ellos cuando se enfrenten a retos más complejos en su futuro profesional.
Y es que sabemos que estamos en una cuenta atrás, quizás no lleguemos a todo lo que queríamos llegar, pero no se podrá negar que hemos intentado que los alumnos fueran los protagonistas de su propia creación, que los profesores somos sus guías, sus motivadores, pero el trabajo es suyo. Y como dice uno de los lemas Corazonistas; ánimo y confianza!