…esto solo se ha quedado.
Y es que parecía que no iba a llegar el día, luego que llegaba demasiado pronto y no daba tiempo a terminar el montaje y, por último, pasó como un rayo.
Ha sido una experiencia muy bonita, en la que el alumnado ha aprendido nuevas herramientas, enfrentarse a un reto, aprender lógica de programación y diseño en 3D, afianzado su oratoria frente a terceras personas y enfrentarse a una batería de preguntas. Eso sin contar los nervios antes de la conexión con el jurado y el «esto lo podía haber explicado/mostrado mejor». Es cierto que les ha faltado ese factor humano que se da cuando nos juntamos en un mismo recinto, pero ha sido una oportunidad de ver qué nos puede deparar el futuro.
Ya solo quedan los nervios por esperar los ganadores y desear ser nuevamente uno de los centros seleccionados en el próximo evento de RetoTech. 🙂